domingo, 30 de octubre de 2011

Tú.

-Oye, últimamente te noto rara. ¿Te pasa algo?
+ Mmm, no.
- A mi no me engañas, venga va, dímelo.
+ Que no, que no me pasa nada.
- Que te conozco, venga suéltalo ya.
+ Está bien. Tú lo has querido. ¿Sabes lo que me pasa?
Que ya no puedo más, que cada vez que me arrimo a ti,
una lágrima ha de caer por mi rostro, y ya estoy harta.
Cada vez que voy hacia ti, con más cariño que existe
en el mundo, tú lo único que sabes hacer, es no hacerme caso.
Que sí, está bien que algunas veces me ponga un poco pesada.
Pero necesito mimos, necesito caricias, necesito que me
demuestres que me quieres, que no estás conmigo por estar,
porque te doy pena, necesito un “te quiero” cuando haga
falta, y un “No te preocupes, yo estoy aquí” cuando también
haga. Necesito esos mensajes o esas llamadas, para poder
escuchar tu voz, necesito que me valores, necesito esas
“sorpresas” que me alegran tanto el día, necesito tus besos,
pero sobre todo, necesito que me quieras...